domingo, 11 de mayo de 2014

Textos para trabajar

“En el largo plazo estaremos todos muertos” / Cartas al lector Clarín        22/04/14
Luego de los alevosos asesinatos de dos ciudadanos que se dirigían a su trabajo, a manos de motochorros, entre otros que luego se sucedieron, uno se pregunta hasta cuándo nuestra sociedad seguirá mirando resignada estos episodios ya demasiado habituales.
Tanto el asesinato de un operario en Campana, como el de una maestra en Misiones, ambos ocurridos en sendas paradas de colectivo, cuando se dirigían a sus trabajos, demuestra la alevosía e impunidad con que se manejan estos delincuentes. Y son apenas dos ejemplos entre tantos de cada día.
Ante estos hechos aberrantes, uno se pregunta si individuos que se manejan con semejante desprecio por la vida humana, son todavía recuperables. Ya es hora de que nuestra sociedad diga basta a tamaño atropello a la vida, exigiendo a la Justicia que comience a protegerla de verdad, dejando de lado ese pseudo garantismo tan propenso a proteger a delincuentes y a dejar desamparados a los ciudadanos en su derecho humano más inalienable.
De hecho, cada vez que algún legislador plantea la necesidad de endurecer las penas para los delitos contra la vida, se escucha la réplica inmediata bajo el insostenible argumento de que lo que se quiere es “criminalizar la pobreza.” Ya es hora de acabar con esta muletilla, tan alejada de la realidad. La condición de pobre no es causa de que una persona se convierta en delincuente ni mucho menos. Los dos trabajadores asesinados es probable que también hayan sido pobres o tuvieran una condición cercana a la pobreza.
En la Argentina de hoy sólo cabe proteger el derecho a la vida de las personas, sin distinción de clase ni de ideologías. Y para hacerlo sólo corresponde que se aplique la ley, como en toda democracia normal, sin confundir autoritarismo con mantenimiento del orden social y seguridad para todos.
Para ello, la Constitución confiere al Estado el monopolio del uso de la fuerza, a fin de que la misma sea usada legalmente, incluyendo la represión del delito toda vez que sea necesario. En el corto plazo es urgente proteger a nuestra sociedad de una manera mucho más efectiva contra la tremenda inseguridad que hoy la acecha. Como diría el gran economista Lord Keynes, “en el largo plazo estaremos todos muertos”. Ojalá que tanto nuestra Justicia como nuestros legisladores estén a la altura de las circunstancias.


*inalienable: adj, que no se puede enajenar es decir, no se puede pasar de un individuo a otro, no se puede vender. Ej, los derechos humanos son inalienables.

Cosecharás tu siembra - Clarín

POR RICARDO ROA  05/04/14

Un gobierno es una serie de fotos, de escenas, que hablan por mil palabras. Una imagen que será histórica es la de Cristina Kirchner subida a una cosechadora trucha en la explanada de la Casa de Gobierno.
Fue dos meses antes de otra fantochada: el viaje charter de Moreno a Angola, un país gobernado por un dictador con mano de hierro y corrupción masiva. Montada en esa máquina pegada con masilla y que se autodestruyó porque no podía mantenerse en pie, la Presidente anunció que habíamos vendido 18 cosechadoras al país africano.
La realidad es que nunca se vendieron y que ni siquiera se fabricaron, aunque el fabricante consiguió millones en créditos oficiales. La empresa hizo sólo un prototipo, acaba de quebrar y de dejar un tendal de deudas. Se llamaba Grandes Máquinas de Concepción del Uruguay y la quiebra es un papelón tan grande como la máquina.
Papelón para el Gobierno nacional y para el gobernador entrerriano Urribarri, delfín K para las próximas elecciones y mediador en un negociado con créditos estatales, cheques sin fondos, estafas y nada de seriedad. Y un papelón para el país: la seudo cosechadora quedó en Angola, tal vez como una curiosidad más en un país curioso.
No sólo fue un fiasco lo de la cosechadora de cartón pintado. Un año y medio después, las exportaciones a Angola que Moreno había ido a impulsar no habían subido sino bajado más del 35%.
En su stand up matinal, el relator oficial Capitanich nos volvió a explicar de qué cosas debemos hablar y de qué cosas no. Del disparate de Angola no se puede, de la fantasía del mercado de las cosechadoras, sí. Para que quede claro lo que dijo, estas fueron sus palabras: “Nada se dice del crecimiento del sector y eso es importante porque es producción nacional” (ver pág. 28). Debería haber explicado por qué llevaron una cosechadora a medio hacer por una empresa también a medio hacer y por qué expusieron a la Presidente a semejante sainete.
El jueves, Capitanich había dicho que de los linchamientos tampoco podemos hablar: hablar de ellos es ser de derecha. Capitanich tiene tanto de izquierdista como Aníbal Fernández de filósofo.
La cosechadora de Angola conjuga una buena dupla escenográfica de este kirchnerismo otoñal con Leonardo Fariña. El valijero sin ilustración y extraordinarios deseos de exhibirse iba y venía tirando millones ajenos, lavando plata sucia de Báez, manejando autos sin documentos y paseándose por programas de TV. Los dos son la consagración de la truchada.
Capitanich volverá el lunes con su casete y cosas tan visibles como la inseguridad, la inflación y la corrupción seguirán siendo invisibles para el Gobierno. En esto no habrá sorpresas. Como decía Blades, la vida te da sorpresas. Pero Capitanich no te dará ninguna.

*fiasco: adj procedente del lunfardo que significa, falso, fracaso, decepción, desprestigio.
*sainete: sust pieza dramática breve de carácter alegre, cómico y popular. Por ext, hecho ridículo o grotesco.

 

 





Villa Lugano: dos meses de nada
Por Pablo Tomino / LA NACION  21/4/2014
      A casi dos meses de que 500 familias tomaran un predio de Villa Lugano, cuyo suelo está contaminado y donde se levantara un barrio precario bautizado como Papa Francisco, muchas cuestiones se suscitaron. Muchas, menos el desalojo ordenado por la justicia penal de la ciudad para sanear este terreno y permitir que se construyan allí viviendas sociales.
Si bien se anunció que en las próximas semanas el gobierno porteño comenzará con tareas de limpieza del terreno ubicado en Pola y Fernández de la Cruz, la ocupación ilegal se consolida. Las casillas de madera y chapa ya tienen agua y electricidad, y hasta nacieron allí los primeros bebés.
La Ciudad todavía trabaja en el diseño de un operativo que buscará liberar el predio sin que le ocasione consecuencias políticas
Pero... la Ciudad, que debe ejecutar el desalojo con la colaboración de las fuerzas federales, todavía trabaja en el diseño de un operativo que buscará liberar el predio sin que le ocasione consecuencias políticas. Y deberá presentarse la propuesta a la magistrada María Gabriela López Iñíguez, quien fijará la fecha para concretar el procedimiento.

En el "mientras tanto", las familias se afianzan en sus nuevas moradas con la convicción de que usurpar un predio público en la ciudad suele ser una tarea bastante sencilla. Más aún, porque hoy no existen certezas de que la autoridad de turno resuelva desalojarlos si optan por adueñarse de un espacio ajeno.
También el escenario político avala cualquier intención que vaya contra las leyes: es casi nula la colaboración entre la Nación y la Ciudad para hacer cumplir las resoluciones judiciales, y ambos todavía se distraen en responsabilizarse mutuamente. Así las cosas, a los gobiernos la realidad citadina les pasa por encima: 500 familias viven hoy en un suelo contaminado; 500 familias se afincan en un terreno donde se confirmó la presencia de metales pesados e hidrocarburos, potencialmente peligrosos para la salud, puesto que allí funcionó un cementerio de autos de la Policía Federal.
Las familias se afianzan con la convicción de que usurpar un predio público en la ciudad suele ser una tarea bastante sencilla
En 2005, la ley 1770 había ordenado que este predio fuera restituido al Estado porteño y que se urbanizara para entregar viviendas a familias vulnerables de la lindera villa 20. Nada de eso ocurrió. Ante la inacción oficial, el 24 de febrero pasado unas 500 familias tomaron el predio. La mayoría de ellas alquilan piezas en la villa 20 y reclaman una solución habitacional para poder acceder a una vivienda.
Este jueves se cumplirán dos meses de la toma en Villa Lugano. Dos meses de órdenes judiciales fallidas, de negativas oficiales por cuestiones políticas, de emergencia habitacional con madres y chicos dispuestos a arriesgar su vida por una casa propia. Y el peor escenario futuro es, justamente, que no pueda modificarse este presente.

*Adj, de carácter ciudadano que pertenece a la urbanidad y no al campo.

La Conjura de los necios

-Mañana miramos los anuncios del diario. Te vestís como es debido  y salís a buscar trabajo.
-Me da miedo preguntar qué entendés vos por “vestirse como es debido”. Seguro que querés  convertirme en un mamarracho ridículo.
-Voy a plancharte una camisa blanca preciosa y vas a ponerte una de esas corbatas tan lindas de tu pobre papá.
-¿Es verdad lo que oigo? –preguntó Ignacio a su almohada.
-O eso Ignacio, o voy a hipotecar la casa. ¿Querés perder el techo que te cobija?
-¡No! ¡No vas a hipotecar esta casa! –gritó, dando un vigoroso puñetazo al colchón-. Toda la sensación de seguridad que he procurado crear se derrumbaría. No estoy dispuesto a que haya alguien ajeno controlando mi domicilio. No podría soportarlo. Solo de pensarlo, las manos se me llenan de granos. Y extendió una mano para que la madre pudiera examinar el salpullido.
-De eso, ni hablar –continuó-. Dispararía de golpe todas mis angustias latentes. Y temo que el resultado sería verdaderamente muy desagradable. No querría que te pasases el resto de tu vida cuidando de un lunático encerrado en un desván. No vamos a hipotecar la casa. Seguramente tenés guardado dinero en algún sitio.
-Tengo ciento cincuenta dólares en el Hibernia Bank.
-¿Nada más? Nunca imaginé que subsistiéramos de modo tan precario. He de admitir, no obstante, que la alternativa es para mí bastante lúgubre. Dudo muy seriamente de que haya alguien dispuesto a contratarme.
-¿Pero qué decís hijo? Vos, un chico tan bueno, con una educación tan excelente, con todos tus estudios…
-Los patrones perciben que yo rechazo los valore que ellos sostienen –dio una vuelta en la cama y continuó-. Me tienen miedo. Sospecho que se han dan cuenta de que me veo obligado a actuar en un siglo que aborrezco. Eso sucedió hasta cuando trabajé para la biblioteca pública de Nueva Orleans.
-Pero, Ignacio, esa fue la única vez que trabajaste desde que saliste de la universidad y fueron solo dos semanas; lo único que hacías era pegar tiritas sobre el lomo de los libros.
-Sí pero yo tenía una visión estética propia sobre el modo de pegar aquellas etiquetas. Algunos días sólo podía pegar tres o cuatro y me sentía satisfecho con la calidad de mi trabajo. Las autoridades de la biblioteca no pudieron soportar mi inteligencia profesional. Ellos solo querían un animal que embadurnara de cola sus libros.
-¿Vos creés que podés conseguir trabajo allí otra vez?
-Lo dudo mucho. La verdad es que le dije unas palabras más bien mordaces a la encargada del departamento. Hasta me retiraron el carnet de socio. Tenés que comprender el miedo y el odio que inspira a la gente mi visión del mundo-Ignacio eructó-. No mencionaré ese disparatado viaje a Baton Rouge. Creo que aquel inidente engendró en mí una resistencia psicológica al trabajo.

John Kennedy Toole. “La conjura de los necios”. Barcelona. Anagrama. 1992


LOS BIOCOMBUSTIBLES
Los automóviles son los principales causantes del efecto invernadero o cambio o climático, pero dado que es muy difícil reducir su uso, los biocombustibles están teniendo un auge sin precedentes como alternativas viables de combustibles más sustentables que los derivados del petróleo. Entre estas nuevas opciones se encuentra el etanol (también conocido como alcohol etílico o de grano); o bio-etanol, para distinguirlo del alcohol sintético se obtiene de petróleo crudo, gas o carbón. 
El bioetanol se produce principalmente a partir productos ricos en sacarosa como la caña de azúcar, la melaza y el sorgo dulce, siguiendo un procedimiento similar al de la cerveza: los almidones son convertidos en azúcares, los azúcares se convierten por fermentación en etanol, el que luego es destilado en su forma final. También puede producirse a partir de fuentes ricas en almidón como cereales (maíz, trigo, cebada, etc.) y tubérculos (yuca, camote, papa), aunque con un proceso más caro y complejo. La producción de bioetanol podría incluso realizarse a partir de materias primas ricas en celulosa, como los desechos agrícolas y forestales. Sin embargo, la conversión de la celulosa en azúcares fermentables es un proceso aún más complejo y costoso que hace que la obtención de etanol a partir de desechos no sea rentable por ahora.   Actualmente, la producción de bioetanol a partir de cultivos ricos en sacarosa y almidón registra un desarrollo sin precedentes. Y es que el producto presenta claras ventajas: es limpio y renovable; ayuda a reducir las emisiones de carbono y permite conservar (y no depender de) las reservas de combustibles fósiles; es barato cuando es producido de forma eficiente; es versátil y puede sustituir la gasolina en automóviles con motores adaptados para más de un tipo de combustible o se mezcla con gasolina en motores convencionales (Brasil, por ejemplo, lo emplea como ´hidro-alcohol  - 95% etanol -  o como aditivo de la gasolina -  24% de etanol).
Sin embargo, el bioetanol tiene un importante y silencioso costo social: la propagación de los monocultivos en desmedro de la producción para la alimentación humana. Como bien explica Acción Ecológica: ´Aunque se puedan obtener biocombustibles a partir de algunos productos nativos para resolver los problemas energéticos a nivel local, el problema es la escala. Para suplir las necesidades energéticas globales e impactar de manera efectiva en reducir el calentamiento global, se necesitarían millones de hectáreas de tierras agrícolas y la incorporación de otras tantas a costa de ecosistemas naturales, lo que repercutiría en la soberanía alimentaria de los pueblos.
Pero quizás resulta más claro citar el análisis de Lester Brown, Director del Instituto de Políticas de la Tierra de la Universidad de Columbia, y fundador del World Watch Institute: ´para llenar el tanque de un automóvil de 25 galones con (bio) etanol, se necesita una cantidad de granos suficientes para alimentar a una persona por un año. Para llenar ese tanque por dos semanas, se podrían alimentar a 26 personas durante un año.
Lo complicado que los países europeos, en su afán por cumplir con sus obligaciones dentro del Protocolo de Kyoto, están empeñados en cambiar sus sistemas energéticos a base de combustibles fósiles, por biocombustibles; pero su producción no les da abasto y han visto en los biocombustibles una posibilidad de seguir manteniendo su estilo de vida, sin incrementar sus emisiones de gases invernaderos. Sin embargo, en Europa no existen tierras suficientes para la producción de la cantidad de biocombustibles que se necesita, por lo que se han planteado la importación de los mismos.
 Y aunque Estados Unidos tiene suficientes tierras agrícolas, los consumos de energía son tan altos, que también van a necesitar importar. ¿De dónde van a venir estos biocombustibles? Pues de regiones como América Latina, Asia y África justamente aquellas que tienen más necesidad de alimentos.
La expansión del uso del bioetanol implica que en los países más pobres las tierras de vocación agrícola que al momento son usadas para la producción de alimentos sean utilizadas para la producción de cultivos para la producción de combustibles. Como describe Lester Brown, “nos enfrentamos a una competencia entre los 800 millones de conductores que quieren proteger su movilidad y las 2.000 millones de personas más pobres del mundo que quieren sobrevivir”.


Cómo anular a una persona  /Ana Cristina Aristizabal Uribe                                                                   Carta al Lector
El peor daño que se le hace una persona es darle todo. Quien quiera anular a otro solo tiene que evitarle el esfuerzo, impedirle que trabaje, que proponga, que se enfrente a los problemas (o posibilidades) de cada día, que tenga que resolver dificultades.
Regálele todo, la comida, la diversión y todo lo que pida. Así le evita usar todas las potencialidades que tiene, sacar recursos que desconocía y desplegar su creatividad. Quien vive de lo regalado, se anula como persona, se vuelve perezosa, anquilosada y como un estanque de agua que por inactividad pudre el contenido.
Aquellos sistemas que por “amor” o demagogia, le regalan todo a la gente, la vuelven la más pobre entre las pobres. Es una de las caras de la miseria humana: carecer de iniciativa, desaprovechar los talentos, potencialidades y talentos con que están dotados casi todos los seres humanos.
Quien ha recibido todo regalado, se transforma en un indigente porque asume la posición de la víctima que sólo se queja. Cree que los demás tienen la obligación de ponerle todo en las manos y, considera una desgracia desarrollarse en un trabajo digno.
Es muy difícil que quien ha recibido todo regalado, algún día quiera convertirse en algo útil para sí mismo. Le parece que todos a su alrededor son responsables de hacerle vivir bien, y cuando esa “ayuda” no llega, culpa a los demás de su “desgracia” (no por anularlo como persona, sino por no volverle a dar). Sólo los sistemas más despóticos impiden que los seres humanos desarrollen toda su potencialidad para vivir. Creen estar haciendo bien, pero en definitiva están empleando un arma para anular a las personas.



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