A aquellos viejos aliados, cuyos orígenes espirituales y culturales compartimos, les prometemos la lealtad de los amigos incondicionales. Unidos, hay poco que no podamos hacer en una gran cantidad de emprendimientos cooperativos. Divididos, hay poco que podemos hacer - ya que no osaremos enfrentar un poderoso desafío estando enfrentados y partidos por la mitad.
A los nuevos estados a los cuales les daremos la bienvenida a las filas de las libertad, les damos nuestra palabra de que una forma de control colonial no dejará de existir para simplemente ser reemplazada por una tiranía aún más despiadada. (...)
A nuestras hermanas repúblicas del sur de nuestra frontera, les ofrecemos una promesa especial: convertir nuestras buenas palabras en buenos hechos, en una nueva alianza para el progreso, asistir a los hombres libres y a los gobiernos libres para que rompan las cadenas de la pobreza. Pero esta pacífica revolución de esperanza no puede convertirse en la presa de poderes hostiles. Hagamos saber a todos nuestros vecinos que nos uniremos a ellos para oponernos a la agresión o la subversión en cualquier parte de América. Y hagamos saber a toda la demás gente que este Hemisferio intenta ser el dueño de su propia casa".
Jhon F. Kennedy, Washington, 20 de Febrero de 1961.
Este día debe ser reconocido como los argentinos como el día de todos. Acá hemos ido a una elección, hemos ganado, pero no hemos derrotado a nadie, porque todos hemos recuperado nuestros derechos. Y entonces tenemos que saber actuar tal como lo hicimos durante nuestra campaña. Levantamos banderas de unión nacional, levantamos banderas de convivencia democrática, levantamos banderas de justicia social, levantamos banderas de solidaridad y de ayuda fraterna. Y de esta manera tenemos que trabajar para adelante.
No va a ser nada fácil, pero no habrá nada imposible para un pueblo absolutamente resuelto a que la Argentina ocupe el lugar que le corresponde. Hagamos que culmine este día como debe culminar. Estos triunfos magníficos de la democracia, este triunfo de la Argentina toda. Terminemos entonces el día desconcentrándonos pacíficamente y como corresponde, para ir a saborear en la intimidad de nuestras casas una alegría que va a durar durante muchos años".
Discurso de Raúl Alfonsín en al noche del 30/10/1983 a las 21 hs del día de las elecciones presidenciales.-