domingo, 1 de julio de 2018

El relato Fantástico


  • En la tipografía fantástica suelen presentarse al comienzo de los relatos hechos, lugares, personajes y épocas que pertenecen a un orden natural, posible o normal para la concepción del lector. Esta normalidad genera en el lector cierta tranquilidad ya que el mundo presentado es reconocible para él. Sin embargo, de repente, irrumpe en ese mundo de lo posible un hecho sobrenatural o extraordinario, provocando una problematización.
  • Todo relato fantástico presenta al lector realidades diferentes a las conocidas y lo pone en contacto con lo desconocido y, para las cuales no encuentra una explicación lógica. se basa por lo tanto, en una confrontación, un choque, entre lo sobrenatural y lo real dentro de un mundo estable y ordenado, como el mundo del lector. este contacto con  lo desconocido es lo que hace que esas historias sean inquietantes
  • El relato fantástico provoca la incertidumbre en la percepción de la realidad y del propio yo, sugiriendo la existencia de lo imposible o de realidades diferentes a las del lector. De esa manera, la literatura fantástica pone en crisis la confianza en la lógica racional, proponiendo formas desconocidas de otras realidades como posibles o acechantes. 
  • La aparición de fantasmas o dobles, cruces temporales, elementos que sirven para hecerse invisible, personajes que aparecen en lugares inesperados, realidades paralelas, viajes en el tiempo, personajes soñados, seres inanimados que cobran vida son algunos de los temas favoritos de esta tipología.
  • Los acontecimientos fantásticos suelen ocurrir en ambientes aislados o cerrados (islas, habitaciones, museos, sótanos, desiertos etc) porque favorecen una atmósfera que se vuelve una amenaza tanto para los personajes como para el lector.

(...) Ese sentimiento de lo fantástico, como me gusta llamarle, porque creo que es sobre todo un sentimiento e incluso un poco visceral, ese sentimiento me acompaña a mí desde el comienzo de mi vida, desde muy pequeño, antes, mucho antes de comenzar a escribir, me negué a aceptar la realidad tal como pretendían imponérmela y explicármela mis padres y mis maestros. Yo vi siempre el mundo de una manera distinta, sentí siempre, que entre dos cosas que parecen perfectamente delimitadas y separadas, hay intersticios por los cuales, para mí al menos, pasaba, se colaba, un elemento, que no podía explicarse con leyes, que no podía explicarse con lógica, que no podía explicarse con la inteligencia razonante.
Ese sentimiento, que creo que se refleja en la mayoría de mis cuentos, podríamos calificarlo de extrañamiento; en cualquier momento les puede suceder a ustedes, les habrá sucedido, a mí me sucede todo el tiempo, en cualquier momento que podemos calificar de prosaico, en la cama, en el ómnibus, bajo la ducha, hablando, caminando o leyendo, hay como pequeños paréntesis en esa realidad y es por ahí, donde una sensibilidad preparada a ese tipo de experiencias siente la presencia de algo diferente, siente, en otras palabras, lo que podemos llamar lo fantástico. Eso no es ninguna cosa excepcional, para gente dotada de sensibilidad para lo fantástico, ese sentimiento, ese extrañamiento, está ahí, a cada paso, vuelvo a decirlo, en cualquier momento y consiste sobre todo en el hecho de que las pautas de la lógica, de la causalidad del tiempo, del espacio, todo lo que nuestra inteligencia acepta desde Aristóteles como inamovible, seguro y tranquilizado se ve bruscamente sacudido, como conmovido, por una especie de, de viento interior, que los desplaza y que los hace cambiar (...)
 Conferencia dada por Julio Cortázar en la Universidad Católica de Caracas. (El sentimiento de lo fantástico) 
Clasificación
Tzvetan Todorov* propuso una caracterización y clasificación tentativa de los relatos fantásticos en tres categorías:

Lo maravilloso: se produce cuando frente al hecho sobrenatural se aceptan nuevas leyes de la naturaleza que pueden explicarlo. Toda clase de situaciones mágicas pueden suceder, tal es el caso de los cuentos de hadas como “Cenicienta”, donde la calabaza se convierte en carroza o el ratón en cochero.
Lo extraño: cuando el hecho sobrenatural es explicado a partir de las leyes racionales, naturales o científicas. Lo extraño reside en la experiencia inquietante que se vive cuando algo familiar para nosotros se convierte en desconocido; pero al final, en los cuentos extraños se aclara el error de la quiebra de la realidad.
Lo fantástico: se vincula con una ruptura en la trama de la realidad cotidiana; la normalidad se quiebra porque se produce un acontecimiento extraordinario: el acento está puesto en el conflicto que se crea entre hechos reales o que se consideran normales, y hechos que se consideran anormales o irreales. Al finalizar el relato, no sabemos exactamente qué ocurre ni si el conflicto está solucionado. El lector percibe  ese fenómeno como inexplicable.

Según los indicios que proporcionan al lector, los cuentos fantásticos pueden clasificarse en:
1- Puros: mantienen la ambigüedad hasta el desenlace. El lector no puede optar por alguna de las posibles explicaciones (racional o sobrenatural).
2- Impuros: son aquellos que presentan en el momento de cierre algún elemento o indicio que orienta al lector a optar por una explicación de tipo sobrenatural para los hechos ocurridos.
3- Extraños: presenta una explicación racional para los hechos sobrenaturales.

*Tzvetan Todorov: 1937-2017 Lingüista francés, filósofo, historiador, crítico y teórico de literatura de expresión.